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La Aldea Global y el Puerto Rico soberano e independiente

Carta Abierta
La Aldea Global y el Puerto Rico soberano e independiente

Luis A. Ponce y Julio Ortiz Luquis*
ESPECIAL PARA CLARIDAD

“Si algo demuestra la experiencia práctica del siglo XX es que no hay una sola nación por pequeña, frágil, distante y huérfana de recursos naturales que sea, que no pueda sobrevivir y prosperar si sabe utilizar inteligentemente sus ventajas comparativas.”

Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, pág. 57

La encrucijada en la que se encuentra el estado colonial puertorriqueño y el movimiento político que lo ha apoyado a lo largo de estos 108 años de coloniaje estadounidense ha trascendido la prensa local y ha captado la atención internacional. Ejemplo de esto es el controvertible artículo publicado en la revista británica The Economist, entre otros. Sin embargo, este “resquebrajamiento del andamiaje colonial” ha estado en los discursos de todos los sectores ideológicos del país por los últimos 30 años y no es nada nuevo para los puertorriqueños. Esta Carta Abierta surge de puertorriqueños convencidos de que el desarrollo económico y social sustentable de nuestra isla está trunco debido a la falta de soberanía propia. Por lo tanto, la independencia es imprescindible para abrir un nuevo proyecto nacional, económico y social, y darle a nuestra nacionalidad una personalidad jurídica internacional.

En esta carta sustentaremos por qué la independencia y nuestra soberanía son hoy más necesarias que nunca. Delinearemos también una serie de gestiones impostergables que ejercerán más presión a EE.UU. para garantizar y respetar la autodeterminación y soberanía de nuestra nación.

En una economía liberalizada, en la cual hay que competir en mercado abierto por inversión externa directa y crear nichos de producción, es importante señalar el desgaste y las limitaciones inherentes del modelo político y económico del ELA. Este modelo ha negado a los puertorriqueños poner en competencia abierta y constante sus habilidades y conocimientos, y su manera de gestión e inventiva. La economía de un Puerto Rico independiente debe basarse en el desarrollo humano y profesional cabal del puertorriqueño en la integración regional, en las grandes rutas interoceánicas, en el aprovechamiento de sus ventajas comparativas en la industria local de alta tecnología y producción a escala de productos que nos den flexibilidad de oferta ante la volatilidad de las demandas y los precios del mercado internacional.

Hay que utilizar la soberanía para que nuestros profesionales, trabajadores, y nuestros pequeños y medianos empresarios tengan participación directa en los distintos bloques económicos dentro y fuera de nuestra región caribeña. Esta región posee una población total de más de 40 millones de habitantes. Esto representa para los productos, industrias y medianos comercios boricuas un mercado exclusivo y en expansión al que tendríamos acceso preferencial siendo independientes. Nuestra membresía oficial en foros internacionales y multilaterales nos abrirá la puerta al movimiento de trabajadores, de recursos financieros, de materia prima, de tecnología de industrias y de cultura e intercambio técnico más allá de los EE.UU. Los conocimientos y habilidades de nuestros académicos, científicos y trabajadores deberán ser promovidos y financiados por el estado boricua para que se alíen a proyectos internacionales de desarrollo social, planificación urbana y reutilización de energía. Por ejemplo, Costa Rica está a la vanguardia a nivel mundial en la producción de energía de biomasa y biodegradable: el 70% de sus hogares se nutren de energía eólica, entre otros tipos. En contraste, Estados Unidos está muy lejos de alcanzar esta meta de suplir energía limpia a sus ciudadanos. Puerto Rico podrá hacerlo con soberanía y con el intercambio técnico de hacer tratados energéticos bilaterales con países como Costa Rica, Venezuela y China.

Bajo la independencia podremos hablar de tú a tú con Wáshington, un privilegio que ni los estados federados disfrutan en ciertos aspectos (el comercio internacional y las comunicaciones, por sólo mencionar dos ejemplos) al estar subordinados a un gobierno federal. La ventaja que en algún momento tuvo nuestra isla con respecto al libre ingreso en el mercado estadounidense se ha perdido porque hoy en día países con experiencia plena en el mercado internacional como Chile, República Dominicana y Marruecos disfrutan de tratados de libre comercio con los EE.UU. y con otras naciones del mundo. Los beneficios económicos que un Puerto Rico soberano podrá alcanzar sobrepasan tanto en efectividad como en diversidad las propuestas anexionistas y estadolibristas de desarrollo económico para la Isla basadas únicamente en la transferencia de fondos federales e inversión mayoritariamente estadounidense.

Por otro lado, debemos reconsiderar las “bendiciones” de los fondos federales que han traído el retraso de nuestra autosuficiencia económica y de nuestras estrategias de desarrollo humano. De acuerdo al último informe de la UNESCO sobre la economía y la educación de Puerto Rico, el coeficiente que mide la desigualdad en la distribución de ingresos (Gini) reflejó que en el 1999 la desigualdad de Puerto Rico era de 0.574. Entre 17 países latinoamericanos, Puerto Rico ocupa el cuarto lugar de mayor desigualdad. El coeficiente Gini de la Isla sólo es superado por el de Brasil, 0.607, Nicaragua, 0.603 y Paraguay, 0.577. (1) Tenemos que ser concientes de que la crisis actual es producto de la dependencia, que a su vez es el obstáculo principal para la navegación en los vientos favorables de la globalización, y la estabilidad económica, social y política.

Desbancado el mito de que “con la independencia nos moriremos de hambre”, nos topamos con el mito de la seguridad que nos brinda la defensa común con los EE.UU. Este pilar del ELA ha perdido validez si tomamos en cuenta el fin de la Guerra Fría y el nuevo teatro de la seguridad internacional. La constante y creciente amenaza terrorista, el atentado que representa el “Patriot Act” contra las libertades individuales de los ciudadanos estadounidenses y la costosa –y desprestigiada – aventura militar en Irak evidencian que ser parte de los EE.UU. en esta realidad geopolítica-militar es más peligroso que nunca. Bajo la independencia, las fuerzas armadas puertorriqueñas deberán organizarse como un promotor regional y mundial de paz, cooperación y ayuda a los más necesitados en desastres naturales o en guerras. Aspirar a un ejército puertorriqueño no implica llevarle la contraria a EE.UU. ni a nadie. Por el contrario, nuestro ejército participaría de las iniciativas internacionales antiterroristas y entraría a la alianza hemisférica de seguridad bajo un verdadero tratado de defensa común regional. Nuestros soldados ya no serán héroes de otra patria.

Nota

1. Este estudio fue llevado a cabo por un equipo de investigadores de la UNESCO, dirigido por los doctores Bernardo Kliksberg, Marcia Rivera, José Sulbrandt, Irene Novacovsky y Leonardo Caden. El mismo fue encomendado por la ex gobernadora Sila María Calderón.

* Luis A. Ponce se graduó de la Escuela de Servicio Extranjero de la Universidad de Georgetown, Wáshington, DC. Julio Ortiz Luquis posee un Magíster en Relaciones Internacionales por la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).

http://claridadpuertorico.com/articulo.php?id=4734

Analisis de una politica nacional para el desarrollo humano: El Programa de

Analisis de una politica nacional para el desarrollo humano: El Programa de
Comunidades Especiales de Puerto Rico.
Por:Julio Ortiz-Luquis

La historia de las politicas de desarrollo social y economico de esta pequena nacion caribena es extensa, aunque no exenta de resultados contradictorios. El Programa de Comunidades Especiales es la ultima politica nacional dirigida a atacar de frente la pobreza en Puerto Rico. Segun los ultimos censos elaborados por la UNESCO y la CEPAL en informes separados la pobreza en Puerto Rico cubre un poco mas del 60% de la poblacion y Puerto Rico es el tercer pais latinoamericano con el coeficiente GINI mas elevado en la region.[1] A pesar de las criticas vertidas hacia el nombre de esta accion gubernamental, en Puerto Rico la iniciativa a sido recibida por los sectores mas marginados de la sociedad de forma muy positiva. La UNESCO (Oficina de Brasil), a pedido del Gobierno de Puerto Rico y la Gobernadora Sila Maria Calderon, elaboro un informe que intento medir el impacto y la efectividad de esta iniciativa oficial y crear un sistema de monitoreo permanente que permitiera lograr mayor eficiencia y eficacia en la toma de decisiones relacionadas a la superacion de la pobreza.

Tal y como se desprende del resumen ejecutivo del informe titulado Estudio sobre el impacto del Proyecto de Comunidades Especiales,[2] el estudio se realizo para la Oficina para el Financiamiento Socio-Economico y la Autogestion de Puerto Rico y el Banco de Desarrollo de Puerto Rico.[3] Analizaremos los hallazgos e indicadores empleados por el Programa de Comunidades Especiales para enfocar y dirigir sus estrategias de desarrollo comunitario tomando en cuenta las sinergias entre equidad, libertad y eficiencia tan necesarias para el progreso de un desarrollo humano verdadero.
Como parte de esta iniciativa se hizo un diagnostico cientifico de la situacion de la pobreza en las comunidades de Puerto Rico. Se identificaron 686 comunidades para participar del proyecto. El Departamento de Obras Publicas analizo y elaboro propuestas para mejorar 464 comunidades y el Departamento de Vivienda para las restantes. Estas propuestas dieron paso a un Plan de Desarrollo Integral y la Oficina de Comunidades Especiales colecto datos sobre el perfil demografico y socio-economico de las comunidades.

El investigador de la UNESCO Jose M. Sulbrandt, en ocasion del X Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administracion Publica efectuado en Santiago, Chile del 18 al 21 de octubre 2005, presento su ponencia titulada “Relaciones inter-organizacionales y el Programa de Comunidades Especiales de Puerto Rico: una experiencia de “gobierno conjunto”[4] . Segun Sulbrandt el “programa resulto particularmente efectivo” y que por lo tanto “presenta una instancia especial para identificar y estudiar los problemas de coordinacion y de relaciones interorganizacionales en la implementacion de una politica social”.[5] Puerto Rico durante la decada del noventa represento el tipico caso de un pais con resultados macroeconomicos aceptables mientras su pobreza aumentaba exponencialmente con la misma rapidez. Actualmente los pobres mas pobres representan el 25% de la poblacion. Ante este panorama, la accion traslapada y concertada de las agencias de gobierno aumento la eficiencia de este programa y el grado de aceptacion entre los sectores mas desavorecidos.

La eficiencia y efectividad del programa fue reforzado por la creacion de un Consejo con la participacion de representantes de todos los partidos politicos, representantes de agencias gubernamentales y miembros de las comunidades impactadas durante este proceso. Para ejecutar este trabajo estrategico se establecieron tres unidades de operacion: la Division de Organizacion Comunitaria y Autogestion, la Division de Coordinacion Interagencial y la Division de Desarrollo Economico Comunitario. La eficiencia, la sostenibilidad y el caracter participativo de toda iniciativa para el desarrollo humano debe considerar el desarrollo sostenible de las comunidades por medio de la autogestion, el empoderamiento y el desarrollo intergeneracional. La manera en que las comunidades se han apoderado de esta iniciativa gubernamental es uno de los rasgos definitorios y que le han dado trascendencia a este programa.

Las estrategias de este programa de autogestion en Puerto Rico contienen los factores necesarios para la movilizacion adecuada de los recursos del estado que facilitan la movilizacion efectiva de los recursos financieros y las oportunidades economicas. Segun lo mencionan Inge Kaul y Menon Saraswathi en su articulo Human Development:From Concept to Action[6], la fortaleza del progreso de desarrollo humano se deriva de dos factores intrinsecamente relacionados, estos son: inversion privada y publica constante que auspicie e impulse la creacion de capacidades humanas (salud, acceso al agua, higiene, educacion, capacitacion) y la expansion de oportunidades laborales, de participacion democratica y de sus rasgos autoctonos. Aunque el exito de toda politica nacional reside en sus resultados, el plan estrategico del programa establece estos principios como sus prioridades. Las comunidades, sectores politicos y oficiales identificaron las siguientes metas estrategicas: desarrollar un sistema de indetificacion de las comunidades que seran incorporadas al Programa, la implantacion de un modelo de accion comunitaria que fortalezca la capacidad organizativa y el desarrollo en las comunidades, promover la participacion del sector privado y organizaciones de la sociedad civil para establecer alianzas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de estas barriadas y coordinar los esfuerzos gubernamentales relacionados al desarrollo social y economico de las Comunidades. Al igual que el indice de desarrollo humano, la orientacion principal de este proyecto se baso en dos componentes necesarios: la autogestion y el empoderamiento.

El desarrollo humano debe ser multidimensional, pluralista y totalizador. El objetivo de toda estrategia de desarrollo humano debe adelantar en valores objetivos que busquen de manera simultanea elevar el nivel de las libertades y el rango de las opciones humanas. Segun Haq, toda politica debe reunir las siguientes caracteristicas: efectivo y productivo, eficiente, equitativo, sostenible en el tiempo y participativo.
De acorde a las estrategias elegidas por las comunidades boricuas, tal y como se desprende del articulo de Sulbrandt, la autogestion es un enfoque integral de la vida que implica trabajar dentro de los elementos de la accion participativa de los ciudadanos en todas las esferas para la toma de decisiones. Esta accion se fundamenta en “el esfuerzo comunitario para responder y buscar soluciones a necesidades comunes” y en la “auto-responsabilidad, colaboracion, y trabajo voluntario en la busqueda de soluciones.” Otros rasgos definitorios de la autogestion segun los puertorriquenos son: la “accion por disminuir la dependencia de las ayudas gubernamentales para sobrevivir” y “la participacion en las estructuras de poder”.[7]

Por lo tanto, el empoderamiento es entendido desde un enfoque integral y multidimensional, de la vida en comunidad. El empoderamiento segun las Comunidades Especiales, debe fundamentarse en el trabajo de organizacion de la comunidad, la participacion de los residentes en las asambleas y juntas y en la formacion de lideres comunitarios. Parte integral del desarrollo socioeconomico y empresarial de este proyecto es su division de entrenamiento y capacitacion de lideres que cuenta con apoyo economico constante del Fideicomiso para las Comunidades Especiales cuyo proposito es lograr la igualdad de oportunidades para los ciudadanos de las comunidades. Los fondos del Fideicomiso[8] han buscado transformar el entorno fisico y social de las barriadas, mejorar el ambiente urbano, cambiar espacios vacios a usos productivos, construir y rehabilitar viviendas, mejorar servicios publicos como calles y acceso al agua potable, mejorar y aumentar los servicios telefonicos y electricos, proveer areas de recreacion y reforestar espacios publicos.

Esta iniciativa demostro a partir del 2001 poder potenciar un caudal de capital social. Segun datos, para el 2004 se habian formado mas de dos mil quinientos lideres comunitarios o facilitadores en este programa. Los parametros por los cuales se debe medir toda estrategia de desarrollo humano son los siguientes: eficiencias, equidad y libertad. Es necesario tomar en consideracion ocho objetivos para poder evaluar cualquier resultado. Estos objetivos son: crecimiento economico, igualdad de oportunidades, eliminacion de la pobreza humana, igualdad de genero, sostenibilidad intrageracional, democracia politica, participacion ciudadana e identidad cultural. La combinacion de estrategias y metodologias depende de la historia del lugar y la circunstancias históricas, sociales y economicas del momento: no hay recetas universales. Los indicadores de este programa han demostrado el nivel de empoderamiento comunitario con la creacion de 400 Juntas Comunitarias organizadas y en funciones, el entrenamiento de lideres comunitarios, el aumento en el nivel de la autoestima de los participante tal y como se desprende de encuestas de opinion y ha fomentado la creacion de periodicos, grupos de teatro y documentales que narran la hitoria de estas comunidades.(pag.6) La creacion de cuatro Centros de Apoyo a la Autogestion y el Desarrollo Economico Comunitario han revelado el caracter autogestionario real que promete sostenerse a traves del tiempo de forma efectiva.

Aunque el nivel de cooperacion entre agencias ha sido activo y elevado, el programa ha demostrado tener sus debilidades operacionales. Las diferencias entre sectores politicos del pais han entorpecido algunas iniciativas del programa. Por ejemplo, luego del alto nivel de efectividad del programa el mismo no se ha hecho ley debido a pugnas politico-partidistas. Aunque el programa efectivamente entrena personas en las comunidades en pos del empoderamiento economico por medio de la creacion de empresas privadas comunitarias, el sector privado no ha tomado parte integral en este proceso ni ha buscado colaborar activamente con el sector publico. En terminos de la formacion tecnica de las comunidades todavia el programa debe invertir mas recursos y estrategias.

Si es cierto que las diferencias economicas y de oportunidades en la sociedad puertorriquena son dramaticas, el sector publico debe incorporar la sociedad pobre a la produccion y al mercado. La inclusion activa de los pobres en la economia formal y en el mercado hara esta nacion caribena mas competitiva, productiva y generara mas cohesion social y nacional. Este ultimo aspecto es algo que divide viceralmente fuerzas politicas, economicas y sociales. Las sinergias y retroalimentaciones positivas provocadas y sustentadas por el programa de comunidades especiales son anuladas por estas limitaciones de la cultura politica puertorriquena.

Como parte de nuestras conclusiones, toda estrategia de desarrollo humano en Puerto Rico debe basarse en la iniciativa privada y publica. El desarrollo humano debe estar fundado sobre el mercado y el estado, y deben jugar papeles distintos pero complementarios. Las desigualdades provocadas por el crecimiento economico deben ser reguladas y menguadas por el sector publico por medio del empoderamiento y la autogestion. Estos dos ultimos factores deben servir como regulador y motor de la igualdad social en economias en crecimiento. El estado y el mercado deben balancear la creacion de empleos y la equidad creando de esta manera la sinergia necesaria entre crecimiento y sostenibilidad. Es este punto donde reside la mayor debilidad de la politica nacional discutida, el sector privado no ha tenido participacion. El programa, por lo tanto, no ha podido llegar a la raiz de las causas de la pobreza en Puerto Rico: la desigualdad. Tomando en cuenta los fines del desarrollo humano antes discutidos, el desarrollo humano es crecimiento economico y libertad politica. Tales son los retos de las comunidades puertorriquenas empoderadas por este programa y limitadas de lo que mas carece Puerto Rico: de libertad.

Bilbliografia:
Kaul, Inge; Menon, Saraswathi, United Nations Development Programme, Occasional Paper 7, (UNDP), 1993.
Fuentes Ciberneticas:
Comunidades Especiales del Gobierno de Puerto Rico, 4/12/2006.
Centro Latinoamericano de Administracion para el desarrollo, 0052638.pdf, 4/12/2006.
Instituto Latinoamericano de Educacion para el Desarrollo, 0 Resumen Ejecutivo.pdf, 4/12/2006.
Perodico Claridad de PuertoRico, 6/12/2006.


[1] Vease; Globalizacion y Desarrollo: retos de Puerto Rico en el Siglo XXI, Comision Economica para America Latina, DF, Mexico, 2004.
[2] Instituto Latinoamericano de Educacion para el Desarrollo, 0 Resumen Ejecutivo.pdf, 4/12/2006.
[3] El citado estudio que fue llevado a cabo por un equipo de investigadores de la UNESCO, dirigido por los doctores Bernardo Kliksberg (de nacionalidad argentina), Marcia Rivera, (conocida socióloga puertorriqueña), José Sulbrandt, Irene Novacovsky y Leonardo Caden, fue encomendado por la ex gobernadora Sila María Calderón. Los resultados de la larga investigación (que se realizó entre el 18 de noviembre de 2004 al 30 de junio de 2005) fueron presentados el jueves 8 y viernes 9 de diciembre ante líderes comunitarios, alcaldes, legisladores y medios de comunicación.
[4] Centro Latinoamericano de Administracion para el desarrollo, 0052638.pdf, 4/12/2006.
[5] Centro Latinoamericano de Administracion para el desarrollo, 0052638.pdf, 4/12/2006, pag.1.
[6] Kaul, Inge; Menon, Saraswathi, United Nations Development Programme, Occasional Paper 7, (UNDP), 1993.
[7] Sulbrandt, Jose M., Centro Latinoamericano de Administracion para el desarrollo, 0052638.pdf, 4/12/2006,pg.4
[8] Al 31 de mayo de 2005 el Fideicomiso Perpetuo para las Comunidades Especiales había obligado un total de $961 millones del total de mil millones que le fueron asignados para obras de vivienda y estructura comunitaria.